Aqualia, Tu compañía de agua

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15 marzo 2018

Ascender una montaña

“Formo parte de la generación que está haciendo de Aqualia una empresa igualitaria, y ese logro me acompañará siempre en cada una de las cimas que vaya coronando”

Llevo dieciséis años y medio en Aqualia, y he ocupado siete puestos distintos en la compañía. Conseguir cada uno de ellos no ha sido como subir un escalón, sino más bien como ascender una montaña. Excepto el primero, ninguno de los otros seis había sido antes ocupado por una mujer en la empresa.

Soy ingeniero de caminos y hablo con fluidez tres idiomas. Esta buena preparación de base, junto con la capacidad de decir “sí, claro” a cada nuevo reto profesional y el buen desempeño, me han hecho progresar en la empresa. Aunque empecé como jefe de servicio, no dudé en marcharme a vivir fuera de casa cuando me ofrecieron ser jefe de obra de una desaladora. Estuve dos años liderando el arranque de los proyectos de nuestras dos desaladoras en Argelia, que supusieron un hito muy importante en el salto a internacional de Aqualia, y personalmente me aportaron un aprendizaje inmenso. Y cuando me propusieron trabajar en China, volví a aprovechar la oportunidad sin dudarlo.

Aunque a veces he sentido que he tenido que demostrar más por el hecho de ser mujer, afortunadamente a lo largo de estos años siempre he tenido alrededor jefes hombres que me han apoyado, han confiado en mí, y han reconocido con orgullo mis logros. Logros en los que me han acompañado compañeros – la mayoría de ellos hombres – sin los cuales mis éxitos no habrían sido posibles. Igual que en estos momentos, cuando dirijo una Delegación con 250 colaboradores, que suponen mi principal orgullo por ocupar este puesto.

Mi empresa se ha propuesto seriamente lograr la igualdad, a pesar de haber sido una compañía históricamente masculina en un sector profundamente masculino, lo que implica casi como ponerla del revés. Y poco a poco, pero todos los días, las mujeres estamos haciéndonos visibles, y pidiendo nuestro lugar en la empresa. Y además, lo hacemos mientras trabajamos con efectividad y arrojo, porque queremos tener un papel y unos puestos importantes, poniendo nuestra alma, nuestra energía, nuestra capacidad de organización, nuestro liderazgo innato, y nuestra inteligencia femenina en ello, pero no todo nuestro tiempo. Porque somos también madres, parejas, hermanas, hijas, y también en estas parcelas queremos hacerlo igual de bien que en nuestro querido trabajo.

En la línea de producción de momento yo voy abriendo el camino, voy colonizando los puestos hasta ahora disfrutados únicamente por hombres y, aunque hubiese preferido no ser yo la primera, para no tenerlo tan difícil, estoy muy orgullosa de ir tirando de este carro. Formo parte de la generación que está haciendo de Aqualia una empresa igualitaria, y ese logro me acompañará siempre en cada una de las cimas que vaya coronando.

Autor

Rocío Santiago Barrajón

Delegada de Aqualia Sevilla - Huelva